El acabado de superficies es vital para el rendimiento, la durabilidad y la eficacia de las herramientas. Un acabado suave y sin rebabas mejora la resistencia al desgaste, la precisión y la vida útil de la herramienta. También reduce la fricción, evitando el desgaste, la adherencia del material y los defectos de las piezas.
Para geometrías complejas, el acabado manual o en varios pasos sigue siendo habitual, costoso y propenso a errores. La tecnología TurboFlow de DLyte automatiza el acabado incluso en moldes grandes o pesados, reduciendo el trabajo manual y garantizando la uniformidad.
Una superficie refinada previene las microfisuras, aumenta la resistencia a la fatiga y la corrosión y mejora la calidad de las piezas al evitar marcas o irregularidades. En los moldes de inyección, las superficies inertes pulidas son clave para un desmoldeo limpio, especialmente en aplicaciones médicas, alimentarias o de alta precisión.
Con la tecnología DryLyte, el acabado de superficies de alta calidad es ahora automatizado, limpio y rentable, lo que garantiza un rendimiento óptimo de las herramientas de conformado y moldeo.